¿Qué es la Web 3 y cuál será su impacto en los negocios?

¿Qué es la Web 3 y cuál será su impacto en los negocios?

Desde que surge en la década de 1960, Internet ha experimentado diversas transformaciones a lo largo de su historia, y entre todos estos cambios, siempre ha estado presente una característica común: el avance tecnológico. En la actualidad, la red mundial de ordenadores está experimentando una importante transformación, y en este sentido, aparece el tema del momento: Web 3.0. ¿Qué es la Web 3.0?

El objetivo de la Web 3.0, que es la tercera fase de evolución de Internet, es que las actividades y los datos estén almacenados en una red de ordenadores mediante el uso de la tecnología blockchain, desarrollada para permitir un intercambio de información más transparente y seguro, que no esté directamente controlado por grandes empresas de tecnología (bigtechs), bancos, gobiernos u otras entidades.

Sin embargo, para comprender el impacto de la llegada de la Web 3.0 al mercado, es importante entender el proceso evolutivo de Internet en las últimas tres décadas, caracterizadas por la Web 1.0 y la Web 2.0.

 

Entendiendo los primeros modelos de Internet

Las personas que nacieron antes de 1995 forman parte de las llamadas generaciones X e Y probablemente recordarán la vida antes de Internet y cómo llegaron a conocer su primera versión. La Web 1.0, presente desde finales de los años 80 y durante toda la década de 1990, se caracterizó por sitios web estáticos que no ofrecían contenido interactivo. En ese sentido, los administradores incluían el contenido y los usuarios solo lo visualizaban. Además, los sistemas de navegación eran muy simples y el diseño de las páginas era similar al de los materiales impresos.

A partir de 2004, O’Reilly Media, una compañía de medios estadounidense creada por Tim O’Reilly, acuñó el término Web 2.0. La expresión todavía se utiliza hoy en día para caracterizar la forma en que utilizamos Internet en la actualidad y, a diferencia de la primera generación, está llena de sitios web receptivos, con versatilidad de acceso a través de desktop o dispositivos móviles, donde los usuarios producen y consumen contenidos en varios medios con mucha más interacción y una enorme cantidad de datos generados constantemente.

Todo este volumen de información, a su vez, permite que las empresas personalicen al máximo la experiencia de los usuarios. Las grandes empresas de tecnología (bigtechs), por ejemplo, pueden extraer y capitalizar estos datos mediante la generación de anuncios y recomendaciones de contenido y productos para su público objetivo.

Sin embargo, estas características presentes en la Web 2.0 han planteado dudas sobre este modelo de Internet, especialmente en lo que respecta a la seguridad, lo que ha intensificado aún más los debates sobre la Web 3.0.

Las principales características de la Web 3.0 

El documental “El dilema de las redes sociales”, lanzado en 2020, tuvo un gran impacto en los profesionales que lidian directa e indirectamente con las redes sociales. Una frase destacada de la película es “si no estás pagando por el producto, entonces tú eres el producto”. En el contexto de las redes sociales, esta frase se refiere a cómo las grandes empresas de tecnología (bigtechs), que ofrecen servicios gratuitos en su mayoría, utilizan los datos de los usuarios para obtener ganancias a través de publicidad y anuncios segmentados basados en el perfil de cada individuo.

Precisamente esta percepción ha desencadenado algunos movimientos que han ayudado a la elaboración del concepto de Web 3.0, que no se trata de una nueva versión de software, sino de la forma en que el usuario percibe e interactúa con Internet.

En la Web 3.0, todo lo que existe en la Web 2.0 se mantiene, el objetivo es descentralizar el control y que la gestión de los datos no esté limitada a los servidores de las empresas propietarias de cada plataforma o sitio. Por ejemplo, en 2019, el 43% de todo el tráfico web mundial pasaba por las empresas: Google, Amazon, Meta, Netflix, Microsoft y Apple, según la empresa de inteligencia de aplicaciones y redes, SandVine.

Es importante destacar que este nuevo concepto de navegación aún no tiene un efecto significativo y generalizado en las personas, pero las tecnologías que lo habilitan ya lo están utilizando e impactan considerablemente en la vida cotidiana de los usuarios.

Un ejemplo de ello es el uso de la tecnología blockchain por parte de los bancos, que utilizan esta tecnología para permitir transacciones descentralizadas y seguras, así como las redes de supermercados, que la utilizan para gestionar la cadena de suministro de manera más eficiente.

En este sentido, además del blockchain, se destacan los tokens criptográficos para el registro digital, conocidos como NFTs, y el famoso Metaverso, una capa virtual que utiliza realidad aumentada y otras tecnologías para representar el mundo real en el ámbito digital. Todos estos avances tienen como objetivo transformar la forma en que las personas interactúan con Internet.

De esta manera, la Generación Z, nacida entre 1995 y 2010, y la Generación Alpha, los niños nacidos a partir de 2010, serán probablemente los que mejor aprovechen la Web 3.0. Después de todo, los considerados nativos digitales ya nacen en un mundo con una gran disponibilidad de información rápida y accesible, lo que facilita aún más la familiarización con estas nuevas tecnologías.

 

¿Cómo la Web 3.0 puede impactar los negocios?

Durante el desarrollo de Internet tal como lo conocemos hoy, ha abierto un sinfín de posibilidades. Nadie podría haber imaginado que empresas y productos como YouTube e Instagram surgirían como resultado del potencial tecnológico de la Web 2.0. Según un estudio realizado por Emergen Research, se espera que el mercado global de la Web 3.0 alcance un valor de 81.5 mil millones de dólares para el año 2030.

En este sentido, las redes blockchain, la tokenización (que convierte activos físicos o financieros en activos digitales), los NFTs (tokens no fungibles), las monedas digitales y las integraciones son las tendencias que se vislumbran para los próximos años.

En consecuencia, las empresas deben desarrollar nuevas formas de involucrar y atraer a los usuarios. Lo que cambia ahora es que este proceso de atracción ya no se basa en la minería de datos a través del intercambio en redes sociales, sino en un modelo descentralizado en el que el usuario es el propietario de los datos, posiblemente a través de la monetización mediante NFTs, criptomonedas y carteras digitales.

 

Además, la presencia de la Web 3.0 en las empresas está relacionada con la privacidad, transparencia y protección contra el uso indebido y abusivo de los datos. En este sentido, también se deben tener en cuenta los nuevos conceptos de las redes sociales.

Un ejemplo es Minds, una red social que se distingue por el intercambio de mensajes encriptados, lo que significa que solo aquellos que tienen la clave para desencriptarlos pueden acceder, lo que aumenta la seguridad y la privacidad. Otra tendencia es Mastodon, una red social que funciona mediante múltiples servidores creados por diferentes individuos, a diferencia de las redes sociales de la Web 2.0, que tienen servidores administrados por una sola plataforma.

Por qué contar con el apoyo de una empresa que esté atenta a la Web 3.0?

Las empresas deben comenzar a explorar el uso de tecnologías en la Web 3.0 y probar diferentes modelos hasta encontrar el enfoque adecuado, ya que todas están en la etapa inicial. Sin embargo, el principal desafío común de todas las empresas es contar con personal cualificado en la materia.

En este sentido, contar con el apoyo de socios en este proceso puede ser una solución estratégica. Digisystem cuenta con expertos que trabajan en la evaluación y aplicación de tecnologías habilitadas para la Web 3.0 en respuesta a los desafíos comerciales, desarrollando proyectos pioneros para las empresas.

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